El Exclésior informa que la Ley Fintech, oficialmente “Ley para regular a Instituciones de Tecnología Financiera”, fue promulgada en marzo de 2018.
El 10 de septiembre, se publicaron las reglas secundarias de la Ley, que definen los detalles para cumplir con la nueva regulación.
Aún quedan algunas definiciones y reglas que publicar, pero queremos celebrar este hito tan relevante, no sólo para México, también para toda Latinoamérica.
A continuación, te presento 5 razones para estar feliz:
1.- México, polo de innovación y emprendimiento Fintech. La nueva Ley provee un marco regulatorio que protege y estandariza el mercado Fintech en México. Sumado a la Regulación Sand Box para modelos innovadores, provee una oportunidad única en Latinoamérica para emprendedores que quieran comenzar negocios de este tipo sin la incertidumbre legal.
Durante los próximos años México se debiera convertir en un polo de atracción de emprendimientos, inversión y talento, para desde aquí, lanzar soluciones que mejoren la calidad del servicio, el precio y la velocidad del mercado financiero en Latinoamérica.
2.- Más transparencia. La Ley y las disposiciones secundarias definen varios requisitos de transparencia, no sólo para las empresas Fintech, sino para todo el mercado financiero regulado. Nuevas interfaces automatizadas para facilitar el traspaso de información, más poder sobre la información para los clientes y la obligación de reportar indicadores y estados financieros, son algunas de las nuevas reglas a seguir.
En Cumplo creemos firmemente que la transparencia nos hace bien a todos, pues nos obliga a competir en términos parejos, empodera al cliente y elimina las diferencias de poder de negociación.
Los buenos clientes podrán compartir su información para generar más competencia y recibir un mejor servicio, y para los malos será más difícil hacer trampa; mientras que será más fácil evaluar una empresa financiera de acuerdo con su información relevante.
3.-Mercado financiero más justo. La transparencia y la competencia se traducirán en un mercado financiero más justo para todos. Va a ser más fácil encontrar el producto financiero que mejor se ajusta a nuestras necesidades y para las instituciones financieras será más fácil encontrar a los buenos clientes.
Esto se traducirá en un mercado financiero que apoya a los emprendedores y/o PyMEs en el momento y forma justos para su crecimiento saludable, se traducirá en créditos más baratos para los buenos pagadores, sin importar su origen social o patrimonio, y en que habrás más y mejores oportunidades para lograr una sociedad más justa y más igual. Sin duda, un mercado financiero más justo, donde el capital fluye de manera más democrática y personalizada, contribuye a disminuir la brecha de la desigualdad.
4.-Empresas Fintech más sólidas. Con la nueva regulación de la industria Fintech en México se abre a inversionistas más sofisticados, más profesionales y que ayudarán a los emprendimientos del sector a llegar a otros niveles.
Ya no será tan lejano optar a aperturas en bolsa, emisión de bonos o alternativas de financiamiento que sólo estaban reservadas para grandes empresas. El hecho de ser una empresa regulada abre muchas puertas, pues obliga a cumplir con estándares mínimos de transparencia, calidad y solidez financiera.
5.-Mayor y mejor colaboración. Quizás no en el corto plazo, pero a largo plazo la estandarización y la mayor transparencia deberían llevarnos a tener una industria financiera más colaborativa, donde se compita en algunos frentes, pero se colabore en otros.
PyMEs “graduándose” de los crowdfunding de deuda para acceder a mejores tasas en bancos, bancos colaborando con empresas de pago en línea para mejorar la velocidad y precios de cara a los clientes, o compartiendo información entre la industria.
La nueva Ley Fintech no es perfecta. Quedan muchas cosas por mejorar en el camino, ¿de verdad promoverá el emprendimiento o será una barrera de entrada para nuevos participantes?
Sin embargo, en Cumplo estamos felices, porque este es nuestro propósito fundador, y creemos firmemente que se logra de manera colaborativa, donde inversionistas y solicitantes construyen juntos una mejor sociedad para todos.