Los operadores portuarios ven un fin de año de productos más costosos

La fuerte presión que actualmente persiste en las cadenas de suministro a nivel mundial supone un riesgo de encarecimiento para los productos de fin de año a causa de una escasez de contenedores y otros elementos, que han disparado los costos para los importadores y que se trasladan al consumidor.

Ana María Camacho Carranza, directora de Relaciones Gubernamentales del operador portuario SSA México, refiere que el comercio mundial ha experimentado altos incrementos en los costos de los fletes de Asia a México y, además, demoras en los envíos de las mercancías que demanda el mercado nacional, por factores como la falta de buques, escasez de contenedores e incluso por la ausencia del producto.

Una de las consecuencias de esto, explica, es la escasez de materias primas o productos finales, que provoca en muchos casos el paro de operaciones de las plantas y fábricas e, incluso, la reducción de la producción.

«También es importante mencionar el incremento en los costos de los bienes, que evidentemente termina pagando el consumidor final. Estos factores están provocando, como ya se está percibiendo, efectos inflacionarios fuera del objetivo del banco central”, agrega.

En México, es a partir de julio y agosto cuando inicia la temporada conocida como peak season, que presenta una oleada de arribos de mercancías para el fin de año y que incrementa el número de contenedores entre un 10% y 12% aproximadamente.

Sin embargo, entre enero y agosto de este año, el volumen acumulado de contenedores operados en Manzanillo fue 11% mayor que en el mismo periodo de 2020, con lo cual ya se alcanzó el volumen prepandemia de 2019, explica Alejandro Brizuela, gerente de recintos fiscalizados de la Terminal Especializada de Contenedores (TEC) I de SSA México en el puerto colimense.

“Históricamente, el mes con mayor movimiento de contenedores es justamente octubre, pero este año hemos visto altos volúmenes desde febrero, marzo y julio, por mencionar algunos meses, y se debe precisamente a la reactivación de las economías ante las complejidades provocadas por la pandemia”, explica.

En el caso de SSA México, para mitigar este efecto se ha trabajado en el análisis del tráfico de los importadores para identificar las posibles mejoras en tiempos de estadía dentro del puerto, además de un programa de renovación de maquinaria para reducir tiempos.

“Con el fin de coadyuvar al pronto despacho de contenedores, se mantiene contacto constante con los importadores. Sobre todo, con el objetivo de darles a conocer las herramientas con las que se cuentan para que retiren sus mercancías de la terminal lo antes posible, a fin de no acumular largas estadías que puedan llegar a afectar la ocupación de la TEC I”, dijo Brizuela.

Hasta septiembre, el puerto de Manzanillo acumulaba un alza de 14.7% en la carga total atendida respecto a 2020, mientras el puerto de Lázaro Cárdenas mostró un crecimiento de 30.2%, según datos de la Secretaría de Marina (Semar).