Población de mariposas monarca aumenta, pero no lo suficiente

Fomentar inversiones desde el sector público y el privado para la conservación de los hábitats de las mariposas monarca permitiría incrementar su población, que en el último recuento ha alcanzado los 335,479 ejemplares, una cifra lejos de los 500,000 necesarios para la recuperación de la especie, afectada por los fenómenos del cambio climático.

Son datos facilitados por la organización estadounidense National Wildlife Federation (NWF), que trabaja por la vida silvestre y la conservación de estos polinizadores que migran desde Canadá y Estados Unidos hasta México, donde llegan en noviembre y permanecen hasta marzo aproximadamente de cada año, tras recorrer entre 2,000 y 4,500 kilómetros.

En México, las mariposas monarca, muy conocidas por el brillante color anaranjado de sus alas, atravesadas por venas negras y plasmadas de pequeñas manchas blancas en los gruesos bordes de las mismas y de su cuerpo, permanecen en la Reserva de la Biósfera homónima situada en los bosques montañosos, en el centro del país.

De acuerdo a los datos recogidos por la National Wildlife Federation (Federación Nacional de Vida Silvestre), en el XXVI Conteo Anual de Acción de Gracias de la Monarca Occidental, llevado a cabo por Xerces Society, en California (Estados Unidos), se registró un “ligero aumento” de la población en relación al total del año pasado, pasando de los 247,237 ejemplares a 335,479, un aumento logrado “gracias a los esfuerzos colaborativos de conservación”.

No obstante, si no se adoptan acciones para proteger a la especie, existe una probabilidad de “desaparición del 47 % en las poblaciones del este y del 99 % en las del oeste de Estados Unidos en los próximos cincuenta años, cifras con base en el modelo de predicción del tamaño de la población de la mariposa monarca migratoria (Danaus plexippus plexippus) elaborado por científicos en 2019”, ha explicado a EFE la doctora Rebeca Quiñonez-Piñón, estratega de recuperación de la mariposas monarca de NWF.

Los escenarios estudiados en el modelo incluyeron los factores del cambio climático, la necesidad de reducir la utilización de pesticidas, la disponibilidad de la planta hospedera de la monarca (Asclepias, más conocidas como algodoncillo), y la disponibilidad de néctar como los “factores principales que determinan la sobrevivencia de la especie”, según Quiñonez-Piñón.

Pero la experta ha incidido en que “el factor meteorológico se encuentra entre los principales que han afectado a la población de la mariposa monarca”.

Población de mariposas monarca aumenta, pero no lo suficiente

Según el recuento de la Xerces Society, las lluvias extremas en California en enero pasado dañaron la base de los árboles que las monarca utilizan para congregarse en invierno, lo que forzó a estos polinizadores a “mudarse a otras zonas en busca de nuevo refugio”.

Para ayudar a salvaguardar la especie, Quiñonez-Piñón ha señalado que entre otras acciones, “los sectores privados y públicos en Estados Unidos pueden adherirse al programa Federal conocido como Candidate Conservation Agreement with Assurances for Monarch Butterfly”, con el que empresas del sector energético y de transporte se comprometen a “restaurar y proteger el hábitat nativo de las mariposas monarca en zonas de hibernación y de reproducción, dentro de las áreas donde estas corporaciones operan”.

Así, diversos estados de Estados Unidos -a través de su Departamento de Transporte- se han comprometido a “incrementar sitios nativos para las monarcas”, según la estratega de recuperación de la mariposas monarca de NWF, que ha señalado que entre otros, “el Departamento de Transporte de Texas ha anunciado la conservación de 450,000 acres (182,000 hectáreas) para la especie”.

Además, los propietarios de tierras privadas se pueden enrolar en proyectos Federales para restaurar hábitats nativos, como el del departamento Natural Resources Conservation Service (NRCS) que tiene “varios programas de apoyo que permiten crear hábitats para mariposas monarca y muchos otros polinizadores”.

Asimismo, según Quiñonez-Piñón, todas las personas que viven en zonas de reproducción y migración de la monarca pueden ayudar a las mariposas y muchos otros polinizadores “plantando plantas nativas que proveen néctar y algodoncillo”, porque “todos los jardines silvestres no solo benefician a nuestro entorno natural sino a nosotros mismos”.

Desde 2021, la mariposa monarca figura en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) debido a la destrucción de sus hábitats y al incremento y mayor frecuencia de los fenómenos del cambio climático.

Según NWF, el proyecto de ley de recuperación de la vida silvestre de Estados Unidos, apoya la conservación de especies en peligro, incluyendo la monarca.

La National Wildlife Federation ha puesto en marcha programas educativos para favorecer la conservación de las mariposas monarca desde 2015, como ‘Mi municipio con la monarca’ (“Mayors’ Monarch Pledge”) en Estados Unidos, México, y Canadá.